Perdimos el primer juego de la Gran Final, pero sin temor a pecar de obcecado, siento que perdimos más por circunstancias bien atípicas, que por haber sido sometidos por el rival.
Aunque no fue un buen partido durante el primer tiempo, nuestro equipo lució sobrio, seguro, con señorío; toda una Máquina! Solo era cuestión de tiempo para que hiciéramos prevalecer nuestras superiores condiciones.
Estuvimos ahí donde nos gusta; ahí donde desde cipotes empezamos a sentir al Real; ahí donde antes fuimos escasos y ahora germinamos abundantemente; ahí donde el pueblo aurinegro ha sonreído y celebrado tantas veces, presenciando a nuestro España labrar con gestas heroicas, su rica, inmaculada, y bien trabajada historia, justo frente a nuestros privilegiados ojos. Estuvimos ahí donde se siente de verdad; estuvimos ahí en sol este!. Si a alguien le quedó duda de quién tiene más afición, pues que pregunte qué color predominó en el Olímpico.
Lastimosamente desde que el Búho “Panchito” alzó vuelo escapando del “nevero”, se nos sobrevino el infortunio en una sola ráfaga; tirón y salida de Pavón, más adelante un mal despeje de Valladares, y gol del rival, justo cuando teníamos todos los hilos del juego a nuestra merced. El resto del juego, fue todo derivado de ese mal momento que tuvimos.
No es nada nuevo para la Realeza estar cuesta arriba. No solamente somos el equipo de los niños y de la dignidad nacional, sino que también somos el equipo de las remontadas. De hecho, en la final del 80 frente al mismo Marathon, también empezamos perdiendo. Y también fue así en la más reciente del 2007. Lo hemos hecho, no una vez; sino que un gran sinnúmero de veces. Contra Olimpia veníamos contra las cuerdas, y se sacó el resultado en el Morazán con harta hombría.
¡Tenemos casta de sobra como para sacar este resultado, y dar esa vuelta hoy, carajo! Vamos a darle vuelta al marcador y luego vamos a dar la vuelta olímpica! Esa es la consigna!
Ahora bien, debemos ser pacientes e inteligentes. No podemos dejar espacios en el arranque del juego, ya que éste dura 90 minutos. Cualquier marcador favorable, o nos lleva al alargue, o nos hace campeones de una sola vez. Lo primero es emparejar el marcador, y luego salir a buscar el segundo gol.
Los antecedentes del España nos dan carta para creer, para soñar, para ilusionarnos, para querer escribir otra página dorada en la gloriosa historia aurinegra.
¡Vamos equipo, a ponerle de corazón! No desmayemos; demostremos esa gallardía y ese coraje que solo se adquiere al ponerse la amarillo y negra, y sentirla....si sentirla que fluye invasivamente por todas nuestras venas hasta internarse vigorosamente en nuestro merito corazón!
¡Vamos por la Copa 10! Hoy es cuando….
Aunque no fue un buen partido durante el primer tiempo, nuestro equipo lució sobrio, seguro, con señorío; toda una Máquina! Solo era cuestión de tiempo para que hiciéramos prevalecer nuestras superiores condiciones.
Estuvimos ahí donde nos gusta; ahí donde desde cipotes empezamos a sentir al Real; ahí donde antes fuimos escasos y ahora germinamos abundantemente; ahí donde el pueblo aurinegro ha sonreído y celebrado tantas veces, presenciando a nuestro España labrar con gestas heroicas, su rica, inmaculada, y bien trabajada historia, justo frente a nuestros privilegiados ojos. Estuvimos ahí donde se siente de verdad; estuvimos ahí en sol este!. Si a alguien le quedó duda de quién tiene más afición, pues que pregunte qué color predominó en el Olímpico.
Lastimosamente desde que el Búho “Panchito” alzó vuelo escapando del “nevero”, se nos sobrevino el infortunio en una sola ráfaga; tirón y salida de Pavón, más adelante un mal despeje de Valladares, y gol del rival, justo cuando teníamos todos los hilos del juego a nuestra merced. El resto del juego, fue todo derivado de ese mal momento que tuvimos.
No es nada nuevo para la Realeza estar cuesta arriba. No solamente somos el equipo de los niños y de la dignidad nacional, sino que también somos el equipo de las remontadas. De hecho, en la final del 80 frente al mismo Marathon, también empezamos perdiendo. Y también fue así en la más reciente del 2007. Lo hemos hecho, no una vez; sino que un gran sinnúmero de veces. Contra Olimpia veníamos contra las cuerdas, y se sacó el resultado en el Morazán con harta hombría.
¡Tenemos casta de sobra como para sacar este resultado, y dar esa vuelta hoy, carajo! Vamos a darle vuelta al marcador y luego vamos a dar la vuelta olímpica! Esa es la consigna!
Ahora bien, debemos ser pacientes e inteligentes. No podemos dejar espacios en el arranque del juego, ya que éste dura 90 minutos. Cualquier marcador favorable, o nos lleva al alargue, o nos hace campeones de una sola vez. Lo primero es emparejar el marcador, y luego salir a buscar el segundo gol.
Los antecedentes del España nos dan carta para creer, para soñar, para ilusionarnos, para querer escribir otra página dorada en la gloriosa historia aurinegra.
¡Vamos equipo, a ponerle de corazón! No desmayemos; demostremos esa gallardía y ese coraje que solo se adquiere al ponerse la amarillo y negra, y sentirla....si sentirla que fluye invasivamente por todas nuestras venas hasta internarse vigorosamente en nuestro merito corazón!
¡Vamos por la Copa 10! Hoy es cuando….
Carlos E. Cáceres
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