Con “H” de hombría; con “H” de honor, y lo más importante, con “H” de Honduras, la Makina arrolló al Liberia Mía, en una noche de ensueño, la cual quedará inmortalizada en la rica historia de nuestro club, y en la retina privilegiada de todos los aurinegros de pura cepa.
Hoy si hubo más que un deja vu de aquellos tiempos de los 70’s, 80’s, e inicios de los 90’s, cuando nos paseábamos por C.A. con garbo, con elegancia, con aires de verdadero linaje real. Y es que lo hemos sostenido siempre; ponerse la aurinegra no es para cualquiera. El prototipo ideal de quienes lleguen al plantel, lleva implícito que tienen que fajarse, mostrar vergüenza deportiva, y sentir la camiseta gloriosa del Real. Ayer fue una ilustración viva de este prototipo de un auténtico “catedrático”.
¡Volvimos al plano internacional! Todo esto representa vitrina deportiva y comercial, pero además levanta el auto-estima de todos nosotros, con especial énfasis en aquellos cipotes que quizás no se han bañado tanto en gloria como si lo hicimos nosotros los del “baby boom” del tricampeonato 74-75-76.
Debo ser honesto y manifestar que después de la estrepitosa caída en el juego de ida, mis expectativas de clasificar eran nulas. Empero fui al estadio por insistencia de mi hijo Kike, a quien admiro por su estoicismo de mantenerse España “de cora”, a pesar de presiones de grupo en el colegio, y a pesar haber perdido un par de títulos, etc. Nada valió tanto para mí, que ver esa cara de satisfacción y corazón henchido de este cipote, con la frente en alto como nunca. Parece mentira, pero sicológica y sociológicamente, los resultados positivos o negativos de un equipo de fútbol, llegan a influir hasta en la personalidad futura de nuestros hijos, quienes han crecido en medio de este lindo deporte.
Mi función en este hobby de bloguear sobre el Real, es la de comentar “entre Españas” lo bueno y lo malo que sucede. Si me vuelvo emocional cuando perdemos “sin meter las manos”, es porque reitero que debe mostrarse coraje, enjundia, camiseta. No importa si perdemos, pero que siempre sea de cara al sol….luchando hasta el fin, así como en la reciente final frente a Olimpia. Mi crítica fuerte no es nada personal, sino que busca tocar fibras íntimas que enciendan la chispa en el campo.
Hoy si estoy feliz que me hayan callado la boca. ¡Eso es lo que deseaba! Primi demostró una vez más su astucia y generosidad con el futbol espectáculo. Marlon volvió a ser el verdadero “Patrón”, mostrando que cuando se quiere se puede; solvente, seguro, incluso hacia al frente al puro estilo “Gilberto”. Melvin ratificó su levantón de juego, y “Pescadito” fue tremendo en asistencias. Elkin dijo “presente” para que Rueda lo considere, y qué decir de Pavón y Caetano. No menos fueron Moralitos, Erick, Martin, Macías, Calolo, etc. Ninguno nos defraudó.
Sin embargo, a poner los pies en la tierra nuevamente. Hoy es cuando la responsabilidad se vuelve más grande, y tenemos que prepararnos para pelear para ganar. Mientras haya lucha y entrega, no hay reproches.
¡De corazón, gracias España! Al igual que lo hablamos con Fuad a la salida del encuentro, les reitero que cuando criticamos, lo hacemos para bien del equipo, y jamás para destruir.
